Real Madrid -0- Levante -1-.
Hoy el Real Madrid ha tocado fondo. Pero, se veía venir. La propuesta futbolística de Fabio Capello es la misma desde agosto de 2006. Ya entonces, tanto en la gira americana como en el Trofeo Carranza, la propuesta de juego del equipo merengue se basa en un muro defensivo de siete jugadores, tres gladiadores a doscientos kilómetros de la portería contraria (hoy: Raúl, Higuaín y Reyes) y un náufrago (Van Nistelrooy) no se sabe dónde, pues casi nunca toca el balón.
La táctica muy sencilla, la misma que cuando jugábamos en el patio del colegio. Todos juntitos atrás para que no les metan un gol y cuando se recupera la pelota patadón hacia delante y a ver si hay suerte y cae en poder de uno de los gladiadores o del náufrago, para que estos puedan marcar un gol.
Moraleja: ni en el jurásico se jugaba así. Cien millones de euros gastados en seis meses para esto.
Hoy el Santiago Bernabéu ha hablado y ha dictado sentencia. Le ha exigido al presidente Calderón que tome las medidas oportunas y éstas no son otras que poner de patitas en la calle a Fabio Capello (un gran entrenador pero que ha fracasado estrepitosamente) y a Mijatovic (el héroe de la séptima). Si no toma esas medidas, la próxima vez que hable el Bernabéu pedirá la cabeza de Calderón y no tendrá más remedio que dimitir y convocar elecciones.
Si no se toman esas decisiones ya, lo peor está aún por llegar: de seguir por este camino el Real Madrid no se clasificará para la Champions del año próximo y la UEFA puede peligrar.